¿Cómo elegir el color de pintura perfecto para la fachada de una casa?

La pintura utilizada para pintar la fachada de una vivienda cumple una doble función. Por un lado, en la dimensión estética, el color de la fachada de una casa proyecta de alguna manera la personalidad, los gustos y los intereses de aquellas personas que la habitan.

Por otro lado, el revestimiento utilizado para la fachada cumple una función de protección, defendiendo la casa de las inclemencias del tiempo, del sol, del viento y la lluvia.

Es por esto que escoger un buen producto, va más allá de una cuestión meramente decorativa, hay que prestar especial atención a la calidad y a las propiedades de la pintura para fachada elegida.

Colores para pintar fachadas, la clave está en saber combinar

Dejando de lado el aspecto estrictamente funcional, en cuanto a diseño, a la hora de elegir el color de pintura para la fachada es preciso evaluar todas las combinaciones posibles, poniendo en consideración diferentes aspectos como la ubicación de la vivienda, su orientación, el entorno, el estilo de construcción y las características arquitectónicas.

Los sistemas tintompetricos actuales, permiten crear prácticamente cualquier color de pintura para fachadas, por lo que las posibilidades son realmente infinitas y conseguir el color adecuado puede ser un proceso complicado.

Colores de pintura para fachadas

Como hemos mencionado, escoger los colores adecuados para fachadas depende en gran medida del tipo de casa. Por ejemplo, para fachadas de casas con ventanas grandes y marcos definidos se puede optar por pintar las paredes con tonos pasteles claros, resaltando los detalles con toques de negro o marrón oscuro.

Los tonos neutros suelen ser los más utilizados. Blancos y grises siempre son tendencia y una apuesta segura a la hora de pintar el frente de una casa.

Esta opción es la adecuada para casas de estilo moderno aunque también puede aplicarse a estructuras de estilo clásico.

Marrones, cremas, ocre, beiges, son los tonos indicados para casas de estilo rustico, chalets y casas de campo. Se trata de colores que interactúan perfectamente con el entorno y que se pueden combinar con facilidad, confiriendo a las viviendas un aspecto sobrio y elegante.

Los colores de baja luminosidad o apagados, en tonalidades claras de rojo, verde, amarillo o azul, son perfectos para casa que comparten espacios con otras viviendas en barrios o vecindarios. Estos tonos no cansan la vista y visualmente se adaptan a la perfección.

Por último, los colores llamativos como le rojo, el amarillo o el verde en tonalidades brillantes y chillonas, son también una alternativa perfectamente válida. Se trata de colores de fachadas que permiten destacar y transfieren carácter a cualquier vivienda. Se pueden utilizar en todo tipo de fachada, si lo que se pretende es llamar la atención.

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